En este artículo de PreUCV te entregamos herramientas e información para que puedas aprovechar al máximo tus vacaciones de acuerdo al contexto actual.
¿CÓMO APROVECHO AL MÁXIMO MIS VACACIONES EN EL CONTEXTO ACTUAL?
A pesar de que actualmente nos encontramos avanzando en los pasos de apertura y normalización por la pandemia de COVID-19, existen muchas localidades en nuestro país que aún se encuentran en confinamiento total y su movilización aún se ha visto altamente restringida.
Hoy en día planificar nuestras vacaciones es una tarea que está un tanto más reducido a lo que solíamos estar acostumbrados, y debemos limitarnos a hacer uso de espacios más inmediatos, como nuestros propios hogares, dado que la mayoría de las actividades que estábamos habituados a hacer en el exterior hoy en día es poco probable que podamos realizarlas.
Considerando lo anterior, resulta más beneficioso que te tomes estas vacaciones como un espacio en el cual darte la oportunidad de explorar actividades placenteras que te permitan iniciar procesos de regeneración mental y emocional (Caride, 2014).
Para comenzar a planear tus vacaciones es importante que primero hagas una observación emocional sobre ti mismo en donde te cuestiones y reflexiones acerca de tus sentires y el porqué del surgimiento de estas emociones, de manera tal que en la planificación de tu receso académico puedas entregarle prioridad a actividades que te permitan explorar y comprender mejor esos sentimientos.
Una vez que tengas claridad en relación a tus sentires, puedes comenzar a indagar que tipos de actividades puedes realizar dentro de tu espacio inmediato, estas pueden variar desde dedicar el tiempo a actividades de esparcimiento como jugar, leer, escribir, dibujar, pintar, componer o escuchar música, etc., o bien investigar de forma libre sobre temas o áreas de tu interés personal en internet o textos de estudios, el ejercicio de actividades de tipo físicas también puede resultar bastante beneficioso.
Lo importante y primordial, es recordar que cualesquiera sean las actividades que decidas realizar estas deben ser un espacio de esparcimiento y disfrute, ten en consideración que este tiempo es mejor aprovecharlo al máximo y para cuando acabe lo ideal es que comiences tu nuevo periodo académico con una sensación de relajo y felicidad, sintiéndote completamente renovado (Caride, 2014).
RECOMENDACIONES PARA SU PLANIFICACIÓN
Como bien sabes, el objetivo principal de las vacaciones es el de promover una actitud de descanso, de manera tal en que se favorezca la recuperación física y psíquica de un individuo. Estos periodos son fundamentales y completamente necesarios tras etapas largas de escolarización, que muchas veces nos dejan agotados y deseando prontamente un receso. Para iniciar la planificación de tus vacaciones ten en cuenta que luego deberás retomar paulatinamente tus actividades académicas, es por ello por lo que es recomendable que intentes mantener un orden durante este periodo de receso, para que luego el volver a la rutina no te sea dificultoso, para ello las siguientes recomendaciones:
- Intenta mantener tus rutinas de orden vital, es importante que a pesar de encontrarte en un periodo en el cual no necesariamente requieras de mantener este tipo de orden, consideres llevar tus rutinas de sueño, higiene y alimentación lo más estables posibles, ya que teniendo en cuenta que hoy en día nuestros espacios no se encuentran espacialmente separados, debido a la modalidad online, resulta sencillo que pierdas hábitos en cortos periodos de tiempo, lo cual posteriormente podrá incidir directamente en tu estado anímico, relacional, y de disposición al estudio (Caride, 2014).
- Con lo dicho en mente, no debes olvidar también que este es un periodo de descanso, pon a disposición la realización de actividades más relajadas, como la lectura o la práctica de alguna afición que te entregue esa sensación, esto te permitirá recargar energías para tu nueva etapa académica. Nuestro cuerpo tiene una capacidad limitada para realizar esfuerzos continuos, una vez alcanzado este límite es necesario tomar recesos que le permitan regenerarse, de no hacerlo es probable que nuestras capacidades y facultades físicas o psíquicas se desgasten y sufran las consecuencias de no tener el descanso apropiado (Fraguela, Lorenzo, y Varela, 2011).
- Finalmente, es importante que uses estos tiempos de esparcimiento para compartir con personas cercanas, dada la situación actual es probable que tu círculo familiar sea con quienes tengas más posibilidades de interacción, no desaproveches estas oportunidades, en momentos de distanciamiento social, la comunicación e interacción familiar, como medio de apoyo y contención emocional, hoy más que nunca son fundamentales (Caride, 2014).
LA IMPORTANCIA DE LOS TIEMPOS DE OCIO
Como bien sabes, otorgarte estos momentos para el descanso es estrictamente necesario, nuestros cuerpos no están preparados para mantener los altos índices de atención, y muchas veces estrés, que nos suponen largos periodos de trabajo, ya sea en el ámbito académico como en el ámbito ocupacional, por lo que después de haber realizado esfuerzos constantes es normal requerir un tiempo de recuperación, en el cual puedas descansar tanto física como psíquicamente (Fraguela, Lorenzo, y Varela, 2011).
La importancia de los tiempos de ocio tiene que ver no solo con la recuperación de fuerzas, sino que también se constituyen como periodos de aprendizaje y desarrollo social, en donde podemos reforzar nuestras facultades a través de la experiencia humana. En este sentido, se reconoce el ocio como un espacio de aprendizaje autónomo, en donde ponemos en juego aquellos valores, actitudes, conocimientos y habilidades que hemos adquirido a lo largo de nuestra escolarización, creando experiencias valiosas para nuestro desarrollo (Caride, 2014).
REFERENCIAS
Caride, J. (2014). Del ocio como educación social a la pedagogía del ocio en el desarrollo humano. EDETANIA. ISSN Versión digital N° 0214-8560.
Fraguela, R., Lorenzo, J., Varela, L. (2011). Escuela, familias y ocio en la conciliación de los tiempos cotidianos de la infancia. Revista de Investigación Educativa, 29 (2), 429-446.