En muchos casos los estereotipos de género pueden insidir en nuestras decisiones respecto a lo que queremos hacer en nuestro futuro, desmotivándonos y tomando caminos que no son de nuestra total preferencia. Sigue estos consejos para evitar que estos estereotipos afecten tu futuro académico.
Los estereotipos de género son ideas impuestas y asumidas respecto de que características, actitudes y aptitudes corresponden para un género u otro, este pensamiento es aún hoy en día se encuentra presente en el colectivo de nuestra sociedad. De esta forma, las universidades o las carreras de educación superior no escapan a la regla, todavía en la actualidad existen carreras socialmente feminizadas y carreras masculinizadas (Rodríguez, 2013).
Se espera que mujeres opten mayoritariamente por carreras que tienen que ver con el cuidado de otras personas, caracterizando los comportamientos y valores que debería tener una mujer como un individuo afectuoso, dispuesto siempre a la ayuda. Mientras se espera que los hombres opten por carreras en donde deban emplear la fuerza, la mecánica o la habilidad mental, especialmente con los números (Rodríguez, 2013).
Somos entrenados desde pequeños para seguir con estas pautas de comportamiento, nuestras familias y otros agentes de la sociedad (como las instituciones educativas) enfocan cuales serán nuestros gustos adecuándolos a sus expectativas respecto de lo que nuestro género debería presentar, a las niñas pequeñas se les regalan muñecas o bebés, mientras que a los niños una caja de herramientas (Rodríguez, 2013).
Para combatir los estereotipos de género debemos entender que son valores arraigados en nuestras sociedades y, por lo tanto, los movimientos deben ser de profunda reflexión, en los que movilicemos los cimientos de estas creencias. No existe una forma concreta de aportar en la transformación de los estereotipos de género, pero tenemos algunas medidas importantes de considerar (Rodríguez, 2013):
EN LA EDUCACIÓN ACADÉMICA Y FORMACIÓN PROFESIONAL PERMANENTE:
En educación debemos procurar no perpetuar los estereotipos de género popularizados en nuestra sociedad, promoviendo la inclusión de mujeres en carreras no normativamente visualizadas como “femeninas”. Una forma muy efectiva es introducir en el currículo escolar la conciencia de que no existen profesiones o más femeninas o masculinas, sino que el mercado laboral nos seleccionará de acuerdo a los perfiles y descriptores de cargo asociados al puesto que postularemos.
DE ORIENTACIÓN E INFORMACIÓN PROFESIONAL:
La asistencia a tutorías de orientación en la elección profesional permitirá conocer el amplio espectro de posibilidades académicas profesionales que nos ofrece nuestro sistema educativo. Un orientador vocacional tiene el deber de informar respecto de toda la oferta académica, sin mediar discriminación por género alguno.
OTRAS ACTIVIDADES POSITIVAS:
Ser un agente activo en la participación de actividades de sensibilización hacia la no discriminación y hacia las actitudes no estereotipadas siempre nos brindará una perspectiva nueva e interesante sobre las diferentes experiencias de vida de los otros y podremos comprender la problemática de una forma mucho más enriquecedora. La invitación es a unirse al movimiento y hacer parte de nuestros valores personales la no diferenciación de géneros.
El enfoque final siempre será el aprendizaje, mientras más nos informemos y nos mantengamos al tanto de investigaciones, reportajes y testimonios más podremos aportar en la causa. El conocimiento, la participación activa y el empoderamiento por nuestras causas serán ejes de movilización para la sensibilización, la difusión y finalmente la educación de nuestras sociedades. Te invitamos a visitar la página del Ministerio de Educación a través de la cual se difunden diversas medidas que buscan apalear los estereotipos de género aún arraigados en nuestro país: https://equidaddegénero.mineduc.cl/
REFERENCIAS
Rodríguez-Moreno, María Luisa. (2013). Pautas metodológicas para reducir los estereotipos de género en orientación profesional. Revista Brasileira de Orientação Profissional, 14(1), 119-131.