Factores socioemocionales que afectan el proceso de aprendizaje

¿CÓMO SE CONCEPTUALIZA HOY LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL?

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IMPORTANCIA DE LAS EMOCIONES EN EL APRENDIZAJE

Para comprender el papel que juegan las emociones en los procesos de aprendizaje primero debemos tener claridad respecto de qué entendemos por emoción; Las emociones son respuestas fisiológicas y conductuales que podemos tener respecto de ciertos estímulos, ya sea internos o externos, las cuales pueden asociarse tanto a oportunidades como a amenazas, desencadenando en respuestas conductuales básicas como la exploración o la huida (Ruíz, 2020). Estas se suelen clasificar respecto a dos dimensiones; Arousal que tiene que ver con la intensidad de las emociones, y la Valencia que dice respecto del valor cualitativo (positivo o negativo) que le otorgamos a las emociones.

Teniendo en cuenta lo anterior ahora sería prudente preguntarnos ¿cómo influyen las emociones en el aprendizaje? Las emociones juegan un papel importante en las formas en las que adquirimos conocimientos en  diversas esferas de nuestras vidas, en vista de que estas afectan las funciones cognoscitivas influyendo en los estímulos a los cuales les prestaremos atención, de esta manera tienen implicancias tanto en el aprendizaje, la memoria y algunas de sus dimensiones como la atención, la percepción y el pensamiento (Gerrig y Zimbardo, 2005). De esta forma, determinadas emociones con una valencia positiva y un arousal alto suelen propiciar los procesos de aprendizaje, permitiendo luego recuperar con mayor facilidad los conocimientos que fueron codificados en aquel momento. En el caso contrario, diversos estudios nos indican que de predominar un estado de animo negativo al momento del aprendizaje, es posible que este se vea inhibido por pérdida de motivación o por el bloqueo de las vías de aprendizaje debido a una respuesta de huida, en el caso del miedo (Moreno, 2015). Resulta importante destacar que los grados de intensidad y los valores que se le entregan a las emociones dependerán y variarán según cada individuo, por lo que no todos los estudiantes se enfrentaran a los desafíos académicos de la misma manera, por ello es recomendable que al momento de establecer actividades de enseñanza se tengan en cuenta estos factores (Ruíz, 2020).

 

EL PAPEL DE LA MOTIVACIÓN  

La motivación es un factor tremendamente relevante a la ahora de planificar estrategias de enseñanza, pues esta resultará de gran ayuda para conseguir los objetivos educativos propuestos. Teniendo en cuenta que esta deviene de los estados emocionales, la motivación se entiende como una acción resultante de un sistema emocional positivo por la cual un individuo moviliza su conducta en busca de un objetivo (Borod, 2000). 

Ahora bien, es posible diferenciar entre dos tipos de motivación: extrínseca, asociada a factores externos, o intrínseca, vinculada a factores internos (Biggs, 1999). En el sistema educativo tradicional se ha favorecido mayormente el desarrollo de motivaciones más bien extrínsecas, a través del uso de castigos y recompensas, promoviendo un aprendizaje por condicionamiento, cuando en realidad resultaría más beneficioso promover en los estudiantes una motivación de carácter intrínseco, por medio de la cual la adquisición de nuevos conocimientos trascendiera de los deseos internos del estudiante, en un intento de mantener la propia satisfacción personal, posicionando estos comportamientos con más posibilidades de mantenerse a través del tiempo (OECD, 2007). Debido a lo anterior, a medida que los estados emocionales del estudiante pre dispongan de motivación se verá impulsado a aprender y mantener una conducta con el objetivo determinado de adquirir nuevos conocimientos (Ruíz, 2020).  En este sentido, se insta a los docentes a fomentar la motivación en sus estudiantes, ya que propiciará de gran manera el aprendizaje en las aulas, ha de tenerse en cuenta siempre que el objetivo de una clase no es el de mantener la propia motivación, sino más bien entenderla como un medio por el cual será posible alcanzar una meta, como lo es el aprendizaje de los alumnos (Moreno, Rodríguez y Rodríguez, 2018). 

 

EVALUACIÓN Y PREVENCIÓN

Teniendo en cuenta que la motivación vendría siendo el resultado de los procesos de aprendizaje asociados a estados o sistemas emocionales positivos, las estrategias de evaluación y prevención deben estar dirigidas hacia este objetivo. Mantener la motivación en los estudiantes puede resultar bastante complicado, entendiendo que diversas emociones se suscitan constantemente en los seres humanos, y que cada persona, debido a su historia personal, tiene una determinada forma de reaccionar frente a los diversos estímulos que nos presenta el ambiente, puede resultar dificultoso intentar mantener un estado motivacional alto en un curso de treinta alumnos con tantas experiencias de vida. Sin embargo, existen algunas acciones concretas que pueden resultar beneficiosas para emplear por el docente (Moreno, Rodríguez y Rodríguez, 2018):  

 

  1. Guíe a sus alumnos hacia la búsqueda de su propia motivación intrínseca: Para incentivar la motivación en los estudiantes es necesario modular los valores subjetivos de una tarea en un nivel intrínseco, ya que a nivel extrínseco (las notas), no es suficiente. Para potenciar la motivación en los alumnos es importante que estos perciban el aprendizaje como un proceso interesante y divertido, lo que buscamos es movilizar sus propios intereses, de manera que perciban estos momentos como de satisfacción propia.

  2. Propicie que el estudiante descubra por sí mismo el conocimiento: Debemos tener en cuenta que el objetivo principal de la escolarización es el de prepararnos para desenvolvernos de manera autónoma e independiente, por lo que es importante que el docente enfoque sus clases en esta dirección, se recomienda enseñar estrategias y técnicas a los estudiantes que los guíen en la superación de los desafíos que pueden significar las actividades académicas, de manera que el alumno perciba esta experiencia como una oportunidad de éxito, estimulando la construcción autónoma del saber. 

  3. Trasládeles la importancia de su asignatura: Muchas veces los estudiantes requieren de una explicación acerca del porqué es necesario para ellos aprender de ciertos temas, esto puede ayudarlos a comprender su utilidad e implicarse positivamente en sus tareas. Generalmente, al observar la propia motivación del docente por los temas que se están tratando puede ayudarlos a percibir la asignatura como atractiva beneficiando su motivación.

  4. Ajuste expectativas: Existen ocasiones en que el docente plantea metas de aprendizajes para sus estudiantes que pueden resultar completamente
    descontextualizadas, entender la trama del establecimiento y específicamente del curso en el que se esta enseñando es sumamente importante para establecer los niveles de dificultad de las actividades de aprendizaje adecuados, ni muy fácil ni muy difícil. Recordemos que el aprendizaje es progresivo, y cada alumno avanza a su ritmo, no podemos pretender uniformidad en procesos en los cuales se encuentran implicados seres humanos con cualidades subjetivas. Si el estudiante percibe que no puede realizar las tareas que se le solicitan su motivación probablemente disminuirá y sus estados emocionales variarán de una forma negativa. 

  5. Conozca a sus alumnos: Finalmente, como queremos lograr que el estudiante le otorgue un valor positivo a la asignatura y la perciba como atractiva, es realmente importante el uso de elementos y situaciones que conecten con el interés de los alumnos. Los estudiantes necesitan sentir que su docente se preocupa por cada uno de ellos y presta atención a sus necesidades e intereses, brindando un conocimiento contextualizado los alumnos le entregarán la relevancia necesaria a aquello que están aprendiendo.  

Respecto a la evaluación, para conocer el estado de motivación de los estudiantes puede resultar beneficioso examinar sus expectativas, un alumno con altas expectativas nos está indicando que percibe tener la capacidad adecuada para alcanzar sus objetivos, aumentando su motivación y consecuentemente mejorando sus posibilidades de concluir con éxito sus metas. Por el contrario, si un estudiante percibe no tener las habilidades necesarias para completar sus objetivos disminuirá su motivación y con ello su atención. Los alumnos se sienten motivados cuando valoran lo que aprenden (valor subjetivo del aprendizaje) y cuando creen que son capaces de aprenderlo (expectativas), es por ello por lo que se recomienda al docente mantener especial atención en estos factores, dado que serán grandes predictores para los resultados de aprendizaje a los cuales nos enfrentaremos al finalizar el año académico (Moreno, Rodríguez y Rodríguez, 2018).

 

 

REFERENCIAS

Biggs, J. (1999). Calidad del aprendizaje universitario. Editorial Narcea. Madrid: España. 

Borod, J. C. (2000). The neuropsychology of emotion. Nueva York: Oxford University Press.

Gerrig, R., Zimbardo, P. (2005). Psicología y vida. Ed. Pearson educación: México. 

Moreno, A., Rodríguez, J., Rodríguez, I. (2018). La importancia de la emoción en el aprendizaje: Propuestas para mejorar la motivación de los estudiantes. Cuaderno de Pedagogía Universitaria: Republica Dominicana. 

OECD (2007). La comprensión del cerebro. El nacimiento de una ciencia del aprendizaje. París: UCSH.

Ruiz, H. (2020). ¿Cómo aprendemos? Una aproximación científica al aprendizaje y la enseñanza. Editorial Graó. Barcelona: España.

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