Gestión emocional para enfrentar el fracaso académico

A veces no alcanzar nuestros objetivos puede afectar nuestra salud mental y la poca tolerancia a la frustración puede pasarnos la cuenta, revisa estos tips para enfrentar esos momentos tan difíciles de la mejor manera.

PAES Gestión emocional ante fracaso

Enfrentarse a la situación de no obtener los resultados deseados en la Prueba de Transición para la educación superior (PDT) puede llevarnos a experimentar emociones no muy agradables, en cuanto nos cuestionamos y dudamos de nosotros mismos, volviéndonos pesimistas y negativos ante las opciones que nos esperan por delante. Por ello, es fundamental que atravesemos estos procesos acompañados, no procurando eliminar estas emociones de tristeza, frustración o enojo, sino que viviéndolas y procesándolas de una forma saludable. Debemos observar estos momentos como oportunidades para el aprendizaje, a lo largo de nuestras vidas nos enfrentaremos al fracaso en numerosas ocasiones y eso no quiere decir que fallaremos siempre que lo intentemos, sino que debemos evaluar y retomar nuestros pasos para replantear nuestras metas y objetivos. Es importante que comprendas que los resultados de la PDT no definen cuanto éxito tendrás en el futuro, no es el fin del mundo, solo es una forma de evaluación que se nos presenta, un desafío si gustas verlo de esa manera. 

De igual manera, te dejo algunos consejos para manejar nuestras emociones en momentos de frustración como lo pudiese ser no obtener los puntajes esperados en la PDT: 

  1. Toma el resultado con tranquilidad y como una oportunidad de aprendizaje, más que interpretarlo como un fracaso la idea es que valores esta situación como una nueva instancia para comprender mejor los procesos que has desarrollado hasta ahora. 
  2. Evita tomar decisiones apresuradas, en momentos en que nos dominan las emociones nunca es recomendable realizar grandes cambios. En estas situaciones tendemos a evaluar con menor detalle nuestras opciones, por lo tanto, terminamos llegando a decisiones con poca claridad. 
  3. Acude a otros para buscar contención, consuelo o consejos. En ocasiones como esas, siempre puedes acudir a profesores, familia y amigos en busca de otras perspectivas más frescas, que no tendrán el mismo tinte emocional que les estás otorgando tú. 
  4. Organiza actividades recreativas, distráete, sal con amigos o familiares, práctica tus hobbies o escucha tu música preferida. De esta forma puedes despejar tus pensamientos, alejándote del tema que te acongoja, y luego volver a ello con más calma.  
  5. Diferencia que depende de ti y qué no, identificar dónde comienza y dónde acaba nuestra responsabilidad sobre las consecuencias observadas nos ayuda a ajustar nuestras expectativas de modo que sean más acotadas a la realidad. Hay muchos factores que influyen en el resultado y que escapan de nuestra influencia, por ello es importante reflexionar en torno a ello. 
  6. Una vez te sientas más en calma puedes replantearte tus objetivos, reevaluando tus metas, para determinar sí estas aún tienen concordancia con los nuevos planes de acción que tomarás, de otra forma puedes establecer nuevas metas. Por ejemplo, quieres rendir la prueba nuevamente; estudiarás en un preuniversitario este año o lo harás por tu cuenta; ingresarás a un establecimiento de educación superior que no exige puntaje PTU, existen diversas opciones entre las cuales puedes elegir.
  7. Para realizar una decisión informada debes revisar cuáles son las alternativas que tienes a la mano para conseguir tus metas, de acuerdo con tu plan de acción replanteado se te abrirá un abanico de opciones para decidir. Identifica cuáles de ellas tienen mayor concordancia con tus expectativas, ya sea evaluando instituciones, carreras de educación superior, etc. 

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